Imaginemos que comemos un delicioso sándwich de queso, jamón y tomate ¿Qué sucede en nuestro cuerpo?, ¿Qué parte de nuestro cuerpo actúa, que organismos intervienen?. Conoce esas interrogantes y muchas más en las siguientes líneas.
En la punta de la lengua actúan los sabores
Las papilas gustativas presentes en la lengua tienen por misión detectar los sabores. La punta aprecia lo dulce, es decir el tomate y el pan al deshacerse con la saliva. A los lados, lo acido y salado, el queso y el jamón. En la parte posterior lo amargo. En dicha combinación, disfrutamos de un agradable sabor agridulce.
En la boca comenzamos a masticar
Empieza el proceso de digestión, y el alimento es reducido a partículas para que de esa manera los jugos digestivos actúan con mayor efectividad. Resulta de todo ello un bolo alimenticio que ha empezado su proceso de fermentación debido a la acción de la saliva provista de glándulas.
Entran en escena los dientes
Quien desmenuza la comida son los dientes. Los incisivos para cortar, los caninos para desgarrar y molares y premolares para moler.
Se llega al estomago
El bolo alimenticio llega al esófago en unos 10 segundos y de ahí ingresa al estomago, donde se mezcla con jugo gástrico que secretan unas glándulas de la pared estomacal y que tienen por misión romper las grandes moléculas de proteínas del queso y jamón para convertirlas en otras más sencillas.
La llegada al intestino delgado
Aquí se agregan el jugo pancreático que completa la digestión de proteínas y azucares y la bilis que logra desmenuzar las grasas. Las proteínas se simplifican aun más en aminoácidos, el almidón en glucosa y las grasas en ácidos grasos y glicérica. Estos compuestos atraviesan la pared intestinal y se incorporan a la sangre.
El destino final
Las sustancias no digeridas pasan al intestino grueso. Se absorbe en esta etapa una gran cantidad de agua y la que no se aprovecha avanza hasta llegar al final del trayecto, donde se vierte hacia el exterior convertida en desechos.
Lo demás a la sangre
Los nutrientes disueltos en la sangre o bien, flotando en ella, son conducidos hasta las células que los asimilan.
La respiración también está presente
El aparato respiratorio funciona, pues las células, requieren oxigeno para oxidar los alimentos y así obtener energía.
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